Mediante este equipo se verifica la solidez del color de textiles a los efectos de la transpiración. La prueba se aplica a fibras, madejas o telas de cualquier clase de teñidos, estampados o coloreados por cualquier proceso.
La prueba se desarrolla colocando una muestra textil coloreada en contacto con otro material blanco, para la transferencia del color. Humedecida en una solución que simula la transpiración acida, se somete a una presión constante y a una temperatura de 38ºC. La muestra se evalúa para el cambio de color y el otro material se evalúa para la transferencia de color.
Al realizar las pruebas de solidez a la transpiración es necesario utilizar un horno con interiores de acero inoxidable y las escalas de grises para la evaluación.